Desde su debut en 1973, la colección Maralunga ha sido mucho más que una propuesta de mobiliario: es una declaración de diseño italiano y una revolución en la forma de entender el confort. Con su silueta generosa, líneas suaves y respaldo ajustable, la butaca Maralunga hereda toda la esencia de su icónico sofá original y la lleva a un formato más íntimo y versátil. Hoy, más de cinco décadas después, sigue siendo sinónimo de elegancia funcional.
Un diseño revolucionario con alma italiana
La visión de Vico Magistretti
Vico Magistretti es uno de los grandes nombres del diseño italiano del siglo XX. Arquitecto de formación y creador de numerosos objetos convertidos en clásicos, su colaboración con Cassina marcó una etapa clave en la historia del mobiliario contemporáneo. Magistretti combinaba funcionalidad, poesía formal y una visión profundamente humanista del diseño. Con la colección Maralunga, logró aunar tecnología, confort y estética sin concesiones.
La anécdota que dio origen al respaldo ajustable
La historia del Maralunga está marcada por un momento casi fortuito. Se cuenta que, durante el proceso de desarrollo, uno de los primeros prototipos del sofá recibió un golpe accidental que hizo colapsar el respaldo hacia atrás. Lejos de desechar la idea, Magistretti vio una oportunidad: crear un sistema de respaldo reclinable que permitiera ajustar la posición según el deseo del usuario. Así nació uno de los mecanismos más emblemáticos del diseño de mobiliario moderno, que se trasladó también a la butaca Maralunga.
Características que marcaron un antes y un después
Respaldo reclinable: comodidad personalizada
La posibilidad de elevar o bajar el respaldo de forma individual, sin necesidad de mecanismos visibles ni complicaciones técnicas, es una de las claves del éxito de la butaca Maralunga. Esta solución permite alternar entre una postura más formal y otra más relajada, adaptándose a cada momento con elegancia.
Estructura robusta y líneas suaves
Detrás de su apariencia amable, la butaca Maralunga esconde una estructura sólida que garantiza estabilidad y durabilidad. El equilibrio entre firmeza y suavidad genera una sensación envolvente y cómoda, sin perder forma ni elegancia.
Materiales nobles y acabados de alta gama
Disponible en una cuidada selección de tejidos y pieles, la butaca mantiene los estándares de excelencia que definen a Cassina. Cada material está elegido para resistir el paso del tiempo tanto en lo funcional como en lo estético, reafirmando su carácter atemporal.
Una silueta que trasciende modas
Aunque nació en los años 70, la butaca Maralunga no pertenece a una sola época. Su silueta equilibrada, sus volúmenes generosos y su lenguaje formal sobrio le permiten integrarse con naturalidad en cualquier espacio: clásico, moderno o ecléctico. Es una pieza que evoluciona con el entorno.
La butaca Maralunga en el interiorismo contemporáneo
Un sofá atemporal en espacios modernos
La butaca Maralunga ha demostrado una capacidad inusual para dialogar con el paso del tiempo. Compacta pero imponente, se adapta con naturalidad a salones, estudios o dormitorios. Su perfil elegante aporta equilibrio visual y una presencia sofisticada que no impone, sino que acompaña.
Cómo integrar el Maralunga en salones actuales
Integrar una butaca Maralunga en un proyecto de interiorismo es una declaración de gusto por el diseño con historia. Puede actuar como pieza principal en una zona de lectura, como complemento de un sofá o como asiento independiente en ambientes de recepción. Tapizada en tonos neutros, piel natural o colores más audaces, la butaca encaja con estilo y versatilidad.
Legado y reconocimientos
Premio Compasso d’Oro y otros galardones
El sofá Maralunga fue galardonado con el prestigioso Compasso d’Oro en 1979, por su innovación en confort y diseño. La butaca hereda ese legado, manteniendo el mismo principio de diseño revolucionario en un formato más íntimo.
Presencia en museos y colecciones de diseño
La colección Maralunga forma parte de colecciones permanentes en museos de diseño e instituciones culturales de todo el mundo. Tanto el sofá como la butaca son reconocidos por su impacto en la ergonomía, la creatividad y la forma en que entendemos el mobiliario.
Maralunga: Elegancia que perdura
Cassina no solo fabrica muebles: edita iconos. Su catálogo está compuesto por nombres imprescindibles del diseño —Le Corbusier, Charlotte Perriand, Gio Ponti, Patricia Urquiola— y la butaca Maralunga ocupa un lugar destacado como símbolo de elegancia y funcionalidad.
Y es que la butaca Maralunga no es un asiento más: es una forma de entender el confort, el diseño y el tiempo. En un mundo que cambia a gran velocidad, esta pieza nos recuerda que la verdadera innovación es la que perdura. Elegir una Maralunga es apostar por un clásico que no envejece, sino que crece contigo.