Pasillos atestados de gente. Personas que vienen y van con prisas, confusión, conversaciones aquí y allá y más confusión. Recuerdos de otros tiempos. Es inevitable que te venga a la mente el instituto, ese caos constante del que únicamente son capaces los y las adolescentes, pero no es el instituto.
De pronto, una puerta, una clase, una mesa. Te sientas. Ante ti se despereza una figura respetada que acaba de ingerir un café como quien respira oxígeno. Buenos días, siéntense todos y vamos al lío. Historia del diseño.
Una diapositiva, otra y otra. Frases y más frases que percuten en tu cerebro de forma inconexa, sin llegar a plantar una raíz estable en tus neuronas. Y entonces lo ves. Un mueble elegante, como nunca has visto antes. Aún hoy en día te reverbera la pregunta: “¿eso qué es, profe?”. Eso era la Eames Lounge Chair, la primera pieza de la que te enamoraste y que jamás podrás quitarte de la cabeza. Y no es para menos.
Diseñado en 1956 por Charles y Ray Eames, este icónico sillón es toda una fuente de historias y curiosidades, una joya del diseño que, de alguna forma u otra, ha dejado de pertenecer a la pareja para formar parte de la historia de la humanidad. Conoce algunas de las anécdotas más interesantes de la Eames Lounge Chair en este artículo.
¿Sabías que…?
Desde que fuera diseñada por Charles y Ray, la Eames Lounge Chair ha dejado una huella indeleble en la historia del diseño. Este sillón no es solamente apreciado por su comodidad, sino que también se ha convertido en un elemento digno de un museo. De hecho, actualmente se exhibe en más de veinte salas de renombre en Europa y los Estados Unidos, consolidándose como una obra maestra del diseño contemporáneo.
Esto se debe, en parte, a que su fama no se limita únicamente al ámbito del diseño. Su distinguida presencia llegó a los hogares estadounidenses a través de programas de televisión como «Home», el mítico programa presentado por la estelar Arlene Francis en horario de máxima audiencia, con la Lounge Chair como única pieza de mobiliario. Su impacto en la cultura pop fue tal, que, en un sorprendente giro de guión, el sillón fue protagonista de un artículo de Playboy en 1961, cuyo autor (no diremos quién) llegó a decir que la Eames Lounge Chair «sumía al que se sentaba en un estado de voluptuoso lujo que pocos mortales habían conocido desde Nerón».
Además de eso, el sillón también hizo algunos cameos en el mundo del cine. de hecho, la conexión personal entre los Eames y el cine empezó con el director Billy Wilder, a quien los Eames regalaron la segunda silla que se fabricó, en un gesto de gratitud por un sillón modernista previamente regalado por él. Asimismo, una de las anécdotas más recordadas es aquella en la que Charles Eames invitó al productor de cine Julian Blaustein a probar el sillón. Blaustein, que quería acabar de leer unos guiones, se vio sorprendido al quedarse dormido debido a la irresistible comodidad del sillón. No le culpo.
Nueva edición en color verde oscuro
Este otoño pasado, Raf Simons, el destacado diseñador de moda y codirector artístico de Prada, imprimió un giro audaz y moderno a la icónica Lounge Chair de Vitra. La reinterpretación de este clásico del diseño de mobiliario del siglo XX, se materializó en una edición especial que destaca por su tejido de pana aterciopelada verde oscuro Phlox, creado en colaboración con Kvadrat, y en algunos detalles distintivos en palisandro y verde pino. Más que una actualización estética, esta edición limitada es un homenaje al legado creativo de los Eames y una invitación a incorporar un toque vanguardista y lujoso a tus espacios. Desconozco si tenéis propósitos de año nuevo, pero la Eames Lounge Chair en verde oscuro puede ser uno de los buenos.