Durante más de dos décadas, Ronan y Erwan Bouroullec fueron el dúo más afinado del diseño contemporáneo. Dos voces que pensaban, dibujaban y construían como una sola. Su complicidad parecía inquebrantable, una danza fraternal de formas, materiales y conceptos que redefinió la manera en que habitamos los espacios. Sin embargo, incluso las alianzas más fértiles necesitan, a veces, abrirse al silencio individual. La separación creativa de los hermanos ha supuesto una bifurcación: dos trayectorias paralelas que continúan dialogando desde la distancia. Y Vitra, una de las editoras que mejor ha sabido leer y acompañar sus gestos, acoge ahora este nuevo capítulo con tres lanzamientos que revelan el brillo particular de cada uno, sin que se pierda la resonancia compartida.
Mynt, de Erwan Bouroullec: una nueva gramática para sentarse
Erwan presenta Mynt, una silla universal que redefine lo que significa sentarse con movimiento. Aquí no hay sincronismos rígidos ni mecanismos visibles. El cuerpo guía, la silla responde. Se trata de una coreografía sutil entre peso, intención y ergonomía. Mynt no impone, acompaña. El asiento se desliza suavemente hacia delante o hacia atrás, independiente del respaldo, creando una experiencia casi orgánica, como pedalear o bailar.
Lo más revolucionario de Mynt no es sólo su mecanismo, sino su silenciosa versatilidad. Puede estar en una oficina o junto a una mesa de comedor, en un espacio colectivo o en una biblioteca doméstica. Sus líneas son sencillas, casi tímidas, pero bajo esa discreción late una inteligencia estructural impresionante: piezas intercambiables, materiales reciclables y una filosofía de longevidad que la convierte en un objeto de futuro. Mynt es, en palabras de su autor, una “hazaña de toda una vida”, el eslabón que faltaba en su proyecto de crear espacios completos donde el cuerpo nunca se detiene, sino que fluye.
Courier, de Ronan Bouroullec: el arte de la simplicidad
Ronan, por su parte, se mueve en otro registro: el del dibujo, la línea, el gesto meditado. Su escritorio Courier nace durante la pandemia, en esa búsqueda íntima de espacio y sentido dentro del hogar. Es una pieza que habla con voz baja, pero firme. Ligera, precisa, casi caligráfica. Su silueta recuerda a una letra con serif: sobria, elegante, con carácter. El nombre no es casual. Courier alude tanto a la tipografía como a la idea del objeto como mensajero: una superficie donde las ideas se escriben, se piensan, se despliegan.
Ronan lo llama una «solución desnuda», una estructura esencial compuesta por madera y aluminio, sin ornamentos, sin excesos. Y, sin embargo, Courier no es minimalismo frío, sino poética funcional. Una mesa que, como sus dibujos, seduce por su ritmo, sus curvas suaves, su sentido táctil. “Una buena curva debe querer ser tocada”, dice Ronan. Y Courier invita, como una hoja en blanco, a posar las manos y comenzar.
Slow Chair & Slow Sofa: el reencuentro silencioso
Curiosamente, en la última edición de 3daysofdesign, Vitra presentó una reedición de la Slow Chair, diseñada en 2006 por ambos hermanos. Vestida ahora con el tejido bouclé Flocca, esta nueva versión añade una textura acogedora a la ya conocida estructura ligera. Junto a ella, nace el Slow Sofa, ampliando la familia. Ambas piezas mantienen el principio fundacional: un armazón de acero tubular y una funda elástica que permite que el cuerpo se hunda sin perder el soporte. Son refugios suaves, pensados para detener el ritmo. Veinte años después, el diseño sigue siendo relevante, incluso necesario. Y aunque se trate de una reedición, su aparición resuena como un guiño compartido, una conversación entre hermanos que continúa en el tiempo, aunque ahora a distancia.
Un diálogo que no se rompe
La separación creativa de los Bouroullec no ha roto su diálogo, simplemente lo ha matizado. En Mynt, Erwan propone un futuro ergonómico con cuerpo y alma. En Courier, Ronan dibuja la quietud y la belleza de lo esencial. Y juntos, aunque ya no revueltos, siguen afinando el diseño contemporáneo con una sensibilidad que no entiende de modas, sino de humanidad.
En Línea Barcelona celebra esta nueva etapa de ambos creadores como lo que es: una oportunidad para observar sus talentos individuales, florecer sin perder esa extraña y poderosa coherencia que los ha convertido en figuras imprescindibles del diseño actual.