A Charles y Ray Eames, visionarios en el mundo del diseño de muebles, eso de hacerlo todo en pareja no pareció haberles pesado demasiado. Ahora que el individualismo está en boga, reivindicar la figura de los Eames es fortalecer una apuesta por unos valores de antaño, por un tiempo en el que al diseño se le dio una vuelta de tuerca debido a las necesidades impuestas por las condiciones de la posguerra.
De ahí que los Eames persiguieran incansablemente un objetivo: llevar el mejor diseño a la mayor cantidad de personas posible con el menor coste (su famoso lema “Getting the most of the best to the greatest number of people for the least“). Una visión que inspiró la creación de una de sus piezas más emblemáticas, la Plastic Chair, y que Vitra ha decidido fabricar ahora de una forma totalmente sostenible.
Pioneros de la experimentación
La historia de la Eames Plastic Chair es una historia de innovación y experimentación. Siempre comprometidos con su idea, los Eames buscaron crear una silla que combinara comodidad, funcionalidad y estética, y que sirviera para dar una solución rápida a la escasez de materiales provocada por la Segunda Guerra Mundial.
Ya en los años 40, durante la guerra, su búsqueda de una carcasa de asiento más ergonómica les había llevado a jugar y experimentar con diversos materiales. Cuando se mudaron a Los Ángeles en 1941, empezaron a probar con madera contrachapada curvada, intentando superar sus anteriores logros, principalmente las innovaciones en diseño que habían conseguido junto a Eero Saarinen para el concurso organizado por el MoMA en 1940, Organic Design in Home Furnishings.
En sus primeros acercamientos, su ingenio les permitió crear, enlazando tablones de madera y una bomba de bicicleta, la Máquina Kazaam, un horno que les permitiría dar forma a caparazones de madera contrachapada curvada en su apartamento.
Poco a poco, fueron refinando sus técnicas hasta que se les encargó producir férulas para los soldados heridos de la Marina estadounidense. La madera resultó ser más ligera y menos vibrante que el metal, y los Eames consiguieron crear unas piezas de madera curvada, aptas para la producción en masa y que aislaban la piel de temperaturas externas. El diseño de estas férulas fue tan exitoso que se aplicó también en la creación de camillas y partes de aviones, presagiando el diseño de muebles icónicos de la pareja como la silla LCW en 1946.
Al final, su exploración de materiales los acabó llevando a la fibra de vidrio y a la resina de poliéster reforzada, un material entonces poco común en la industria del mobiliario. Una elección que allanó el camino para la producción en masa de sillas de alta calidad y que supuso la presentación de la Plastic Chair en los años 50, marcando un hito en el diseño de muebles.
Gracias a su diseño sencillo, versátil y ergonómico, esta pieza era apta para una variedad de entornos y usos, desde oficinas a hogares o espacios públicos, y la introducción del color contribuyó a apaciguar los ánimos de la posguerra, dejando atrás unos sucesos grises que habían supuesto un trauma a nivel mundial.
Colección RE
Este 2024, Vitra, en colaboración con la familia Eames, ha dado un paso más hacia un horizonte de sostenibilidad al anunciar que las carcasas de las Eames Plastic Chairs estarán fabricadas con plástico reciclado postconsumo.
Este material, obtenido principalmente de envases recogidos a través de programas de reciclaje doméstico en Alemania, no solo reduce el impacto ambiental al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía primaria, sino que también introduce una estética única con pequeñas motas de pigmento entrelazadas en la estructura de la silla.
Estos nuevos modelos, denominados Eames Plastic Chairs RE, mantienen todas las características propias de la colección original de los años 50, pero fortaleciendo el compromiso de Vitra con la sostenibilidad. Así como en su época los Eames se vieron afectados por una condición concreta, como lo era la posguerra, nuestros días se caracterizan por la lucha contra el cambio climático. Por ese motivo, además de utilizar materiales reciclados en la fabricación de las Eames Plastic Chairs RE, Vitra garantiza que estas sillas son completamente reciclables al final de su vida útil, cerrando así el ciclo de producción de manera responsable y ecológica.
Unas innovaciones que permiten a Vitra perpetuar el legado de los Eames y perseverar hacia un futuro más sostenible en el diseño de mobiliario. Por eso, las Eames Plastic Chairs RE son un símbolo de estilo y funcionalidad, un testimonio del compromiso de la industria del diseño con el medio ambiente y la responsabilidad social, y la convergencia más excelsa entre pasado y futuro.