Los Corniches surgieron de la necesidad espontánea de disponer de pequeños espacios para almacenar objetos. «Igual que cuando nos tiramos al mar buscamos un saliente en la roca para colgar nuestras cosas, también en nuestra vida diaria necesitamos lugares de almacenamiento pequeños e informales», explica Ronan Bouroullec. Este es el motivo por el que los Corniches no son ni estantes convencionales ni simples superficies horizontales, sino más bien salientes individuales, aislados en los entornos que creamos.
Utilizados como portallaves junto a la puerta principal, como lugar donde dejar a mano las cosas que necesitamos en el baño, como peanas para una pequeña colección de objetos o como elementos de una instalación más grande, los Corniches constituyen un nuevo modo de utilizar las paredes de nuestro hogar.