En la década de 1960, Warren Platner vio una oportunidad. “Sentí que había espacio para un tipo de diseño decorativo, suave y elegante como el que aparecía en estilos de época como el Luis XV, pero que pudiera tener una base más racional en lugar de ser una decoración aplicada”, dijo. Comenzando desde el suelo, Platner creó una silla que se eleva, envuelve y sostiene al usuario, dando como resultado una forma que complementa tanto a la persona que se sienta en ella como al entorno que la rodea.